Durante la fase ofensiva de cada Unidad de Competición aparecen dos ritmos de juego:
- En las sub-fases de inicio y progresión se manifiesta un ritmo controlado mediante un juego horizontal que permite organizar y buscar el momento adecuado para enlazar con las sub-fases de progresión/finalización.
- En las sub-fases de progresión/finalización se debe manifestar un ritmo rápido, mediante un juego vertical, que debe permitir vencer la superioridad numérica de la que dispone el adversario. En ambos casos se trata de evoluciones y desplazamientos constantes, rápidos y variables del balón (que no está nunca parado, y cambia constantemente de zona/demarcación), que no del jugador.