Para valorar el éxito o el fracaso de la fase defensiva de nuestro equipo debemos tomar como referencia, en primer lugar, su objetivo:
- Recuperar el balón antes que sea rematado.
Debemos tener en cuenta que ante un juego ofensivo perfecto -más que improbable en estos momentos- evitar la finalización del adversario (su éxito en las sub-fases de iniciación y progresión) resultaría casi imposible.
Por tanto la acción defensiva se basará en aprovechar los errores cometidos por el contrario).
Si fracasamos en este objetivo debemos analizar las diferentes situaciones de juego que se han manifestado durante esta fase, y detectar los errores cometidos.
Para valorar estos errores es necesario previamente tener determinados los objetivos específicos de cada línea y de cada demarcación para cada una de las 4 sub-fases defensivas que se manifiestan en cada UC, y que sólo se pueden establecer utilizando en ataque el estilo de juego de control/posicional.
La concreción del trabajo a realizar dependerá en gran medida (además de las características propias de nuestra “forma de juego” (Sistema, Estilo, características del nuestros jugadores,...) de los diferentes aspectos que plantee en su fase ofensiva el contrario:
- El sistema de juego utilizado.
- El número de jugadores en cada línea, en relación a nuestras líneas en defensa (estructura).
- Su estilo de juego:
- De control (asociativo/posicional).
- En largo/directo.
- De corto para largo.
- Su nivel técnico individual y colectivo.
El entrenador (teniendo en cuenta estos aspectos del contrario) deberá determinar los objetivos y las formas defensivas por líneas y por demarcaciones para cada una de las 4 sub-fases del juego defensivo:
- En las Sub-fases 1, 2, 3: Objetivo recuperar el balón.
- En la sub-fase 4: Evitar el remate.
De esta manera, si nuestras formas defensivas (del equipo, de cada línea y de cada demarcación) en cada sub-fase son adecuadas y se ejecutan correctamente, deben provocar el éxito en relación a los objetivos previstos (para el equipo, para cada línea y para cada demarcación).
Si el diseño de las formas objetivadas establecidas son coherentes y permiten el éxito defensivo, podemos valorar objetivamente.
El éxito de cada una de las Sub-Fases del juego defensivo analizadas.
Este éxito vendrá provocado por la correcta realización (decisión colectiva -fundamentos-/estructura diseñada y/o ejecución: aspectos tácticos) de las acciones defensivas en relación con los objetivos defensivos (del equipo, de cada línea y de cada demarcación -evitar el juego eficaz del contrario, recuperar el balón, y/o evitar en último caso el remate del contrario-).
El fracaso en las sub-fases del juego defensivo analizadas. Este análisis nos permitirá detectar los errores (diseño, decisión y/o ejecución) que se puedan haber cometido en cada una de las acciones defensivas en relación a los objetivos defensivos (del equipo, de cada línea y de cada demarcación -evitar el juego eficaz del contrario, recuperar el balón, y/o evitar en último caso el remate del contrario-).
Ejemplos:
- Si recuperamos el balón en la sub-fase 4, analizaremos los errores cometidos en las sub-fase 0, 1, 2 y 3 (que son los que habrán permitido el control, del balón por parte del contrario en cada una de ellas).
- Si el contrario consigue finalizar (remate/centro), analizaremos los errores cometidos en la sub-fase 4, además del resto.
Sub-fase 0 defensiva:
Nuestro equipo se encuentra en su fase ofensiva (en tareas atacantes).
- Los jugadores que no están en la orientación del juego y/o no intervienen directa o indirectamente en el juego ofensivo, estarán más cerrados y atrasados en relación a su línea.
- Estos jugadores deberán manifestar una intención/orientación de vigilancia defensiva para poder intervenir con ventaja ante una pérdida de nuestro equipo, tal como establecen los fundamentos:
- Los jugadores de la LD en ningún caso jugaran por delante del balón.
- Los jugadores de la LM nunca esperaran el balón por delante de su línea.
Si respetamos estos aspectos (establecidos en los FUNDAMENTOS/CONSIGNAS del Juego Colectivo en ataque), en caso de pérdida del balón estos jugadores podrán intervenir con ventaja en relación al ataque rápido o al contraataque que pueda iniciar el contrario al recuperar el balón, y siempre llegarán a nuestra zona defensiva antes que los contrarios de sus líneas.
De esta manera evitaríamos, en la transición ataque/defensa, que el contrario pudiera aprovechar nuestro desequilibrio defensivo.
Veamos un ejemplo de los posibles objetivos a proponer para nuestro equipo, en el supuesto de que juguemos con el sistema P.4.4.2:
SUBFASE 1 | Nuestro equipo pierde la posesión del balón, en nuestra zona de progresión, mediante un robo del contrario, estando el balón en juego. |
Equipo |
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Línea que pierde el balón |
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Línea de ataque |
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Línea defensiva |
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SUBFASE 2 | El contrario controla el balón en su campo. |
Equipo |
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Línea de ataque |
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Línea de medios |
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Línea defensiva |
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SUBFASE 3 | El contrario controla el balón en nuestro campo. |
Equipo |
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Línea de ataque |
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Línea de medios |
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Línea defensiva |
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SUBFASE 4 | El contrario controla el balón de manera eficaz dentro de nuestra zona defensiva. |
Equipo |
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Línea de ataque |
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Línea de medios |
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Línea defensiva |
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Podemos ampliar hasta el mínimo detalle cada uno de los aspectos mencionados (tanto a nivel individual como colectivo, mencionando los aspectos decisionales y/o los de ejecución...).
Lo expuesto aquí es únicamente un ejemplo del planteamiento que se debe establecer en nuestra organización defensiva.