Los jugadores, para tener opciones de llegar a un alto nivel deben manifestar, en el proceso de selección y durante el proceso formativo, las siguientes características:
- Motivación hacia la tarea.
- Nivel de activación óptimo.
- Concentración (Estilo atencional).
- Actitud (constancia, intensidad, afán de superación y esfuerzo, ...) manifestada en el desarrollo de la actividad (sean cuales sean las circunstancias de la misma).
- Decisión de querer ser jugador.
- Un alto nivel en algún factor de rendimiento.
- Los factores de rendimiento son aquellos que cuando son manifestados por un jugador permiten incrementar de forma objetiva el nivel de rendimiento del equipo.
- Nivel adecuado de talento.
Entendemos que existen dos tipos de talento:
- Talento “manifestacional”: Predisposición genética y/o desarrollada, inherente a las características del individuo, que le permiten manifestar de manera excepcional algunos de los aspectos o de las capacidades fundamentales para el fútbol.
- Talento de aprendizaje: Predisposición genética y/o desarrollada, inherente a les características del individuo, que le permiten asimilar, aprender y desarrollar con notable facilidad, los aspectos planteados en los entrenamientos y en la competición.
Así, el concepto de talento al que nos referimos es el manifestacional.
Este talento se manifiesta siempre por el jugador que actúa sobre el balón o en relación a él, ya que el resto de compañeros deben limitarse a realizar los movimientos y a mantener las posiciones propias del sistema de juego del equipo (siendo éstos invariables), para proporcionar el juego óptimo al poseedor.
En los jugadores sin balón es necesario un grado de talento en la manifestación de los aspectos de oportunidad a la hora de realizar (en el momento oportuno) los desplazamientos para salir de su zona de juego.