En los análisis habituales de un partido se manifiestan VALORACIONES GENERALES. Estas valoraciones pueden diferir mucho entre cada uno de nosotros (“cada maestrillo tiene su librillo”/Aspectos que resultan transcendentales para un entrenador, otros no los han tenido ni en cuenta).
La extrema complejidad que presentan las acciones y los cambios constantes y inmediatos que se producen durante un partido, impiden la realización de un análisis objetivo de forma global, por lo que necesitamos parcializar el partido en “fragmentos más pequeños” que permitan ser analizados detalladamente (Unidades de Competición).
Una Unidad de Competición (UC) es el espacio de tiempo que transcurre entre que un equipo recupera la posesión del balón (lo controla), la pierde y la vuelve a recuperar (controlar).
Entendemos que un equipo controla el balón cuando el jugador que lo recuperar lo manipula al menos con 3 toques o lo pasa de forma eficaz a un compañero (tiempo o acción que permite al “recuperador” gestionar de forma eficaz el control/posesión del balón).
En un partido se producen aproximadamente unas 100 UC, que dependen en gran medida de diferentes aspectos, como pueden ser la calidad de los equipos, las formas y el estilo de juego que utilicen, la intensidad con la que juegan, etc.
El hecho de sistematizar y objetivar el nivel de juego del equipo a través de las UC permitirá, posteriormente, determinar cuáles son las causas que han provocado los errores, y proceder a corregirlas mediante el entrenamiento.
Por esta razón resulta básico conocer que el juego de un equipo se analiza mediante las UNIDADES de COMPETICIÓN, ya que a pesar de que todas presentan los mismos objetivos (finalizar y recuperar), en cada una de ellas aparecen diferentes manifestaciones que las distinguen y diferencian.
La UC está formada por dos fases:
- La fase Ofensiva.
- La Fase Defensiva.