Los Mesociclos

Dispondremos de una planificación/programación de 9 mesociclos (de septiembre a mayo), para cada Temporada/Ciclo y para cada una de las áreas. 

En el diseño de los objetivos de cada mesociclo, se habrá tenido en cuenta el macrociclo al que corresponden de forma que quedarán establecidos en el siguiente orden: 

• 1 mesociclo de Introducción (1 mes de trabajo). 
• 3 mesociclos de Realización. 
• 3 mesociclos de Ajuste. 
• 1 mesociclo de Evaluación. 
• 1 mesociclo de Recuperación. 

Además tendremos el periodo de descanso (3 meses de verano). 

En algunos ciclos/temporadas de algunas áreas, el macrociclo de “Ajuste”, el de “Evaluación” y el de “recuperación” se habrán tenido que dedicar a un objetivo de trabajo concreto (por falta de tiempo). En estos casos la evaluación/recuperación que debe realizar el entrenador deberá colocarla en el espacio/sesiones que considere oportuno. 

Es evidente que no se pueden plantear ni una Planificación ni una programación "cerradas" de objetivos si tenemos en cuenta, como ya hemos comentado, las distintas variantes/necesidades que cada equipo puede presentar: 

• Nivel y/o talante de los jugadores. 
• Categorías federativas (adecuadas o no). 
• Medios y estructuras disponibles. 
• Adquisición y dominio adecuado de los objetivos previos que se deben haber asumido antes de la etapa/temporada propia/ actual. 
• Objetivos finales previstos en cada caso. 
• Etc.

La propuesta, por lo tanto, ha sido realizada basándonos en una situación que podríamos denominar “estándar”, con un criterio “aglutinador” es decir, que se contemplen, al menos en una ocasión, todos los objetivos de entrenamiento planteados en cada área (lo que provoca en muchos casos que cada objetivo sea tratado en muy pocas ocasiones). A partir de esta propuesta cada entrenador podrá confeccionar una programación que resulte más ajustada a las características y necesidades del equipo/grupo en el que tenga que desarrollar su actividad. 

Las cuatro áreas relevantes en el ámbito del entrenamiento (Acciones Colectivas, técnica, táctica y la competición), contemplan diferentes niveles para su entrenamiento, lo que facilitará la adaptación por parte del entrenador del nivel que se ajuste a sus jugadores. 

Cada mesociclo lo contemplamos con la programación de 4 microciclos. Los días sobrantes que puedan existir no los contabilizaremos como parte de la planificación. Estos días/sesiones pueden ser utilizados por el entrenador para “recuperar” las sesiones que no se haya podido realizar (fiestas inter-semanales, condiciones climatológicas, descansos necesarios, etc.), y/o para incidir en los aspectos que considere más necesarios. 

La distribución de objetivos que se realiza en cada mesociclo/microciclo se ha desarrollado basándonos en los objetivos establecidos en los “niveles” de cada área, de forma que cada objetivo, consideración o consigna de cada área, sean trabajados en al menos una ocasión durante el proceso. Es obvio, por lo tanto, que cada entrenador podrá modificar esta cronología, y adaptarla en relación a otros criterios o necesidades: 

• Dar prioridad a objetivos que se consideren más relevantes. Por ejemplo, aumentando la cantidad de sesiones en las que se trabajarán, y/o modificando el momento de su aplicación). 
• Posponer algún objetivo, manifestación, o consigna, y entrenarlas en edades/etapas posteriores. 
• Etc.

El entrenador, en los volúmenes ya publicados, podrá revisar las consideraciones de cada objetivo, así como profundizar en cada uno de los aspectos que se plantean en cada microciclo de las diferentes áreas. Para ello se exponen, en lo planificado, los niveles que corresponden a cada objetivo, de forma que el técnico pueda consultar y diseñar con más criterio cada sesión de entrenamiento.

Al iniciar el trabajo con el grupo, puede existir un aspecto que dificulte, e incluso distorsione nuestro cometido, como puede ser un nivel insuficiente con el que lleguen los jugadores dado que pueden no haber desarrollado un proceso adecuado. Por ejemplo, un equipo infantil de primer año que no haya trabajado en las fases/temporadas anteriores un trabajo lógico, progresivo y relacionado. 

Obviamente, también deberemos tener en cuenta esta circunstancia cuando se incorporen nuevos jugadores, a un equipo que sí ha desarrollado un trabajo correctamente planificado; es decir, deberemos procurar que la actualización de los nuevos no retrase la progresión del resto. 

El entrenador por lo tanto, deberá tener en cuenta estas circunstancias, conocer la planificación de todo el proceso y establecer durante el primer ciclo/temporada, los aspectos a “recuperar” de los ciclos anteriores no desarrollados, compaginándolos en los entrenamientos con los objetivos propios de “su” etapa/ciclo.

Veamos un ejemplo: 

El entrenador que va a desarrollar su trabajo con un alevín de 2º año, es consciente de que el equipo, en las temporadas anteriores, no siguió ningún proceso lógico ni progresivo. Ante esta situación el entrenador (o en su caso conjuntamente con el director técnico) deberá/n: 

• Analizar, de los ciclos anteriores (en este caso la Fase de Promoción y los dos ciclos anteriores de Iniciación –benjamín de 2º año y alevín de 1r. año-), cuáles son, en relación a cada una de las áreas a trabajar, los aspectos más importantes que conviene desarrollar para conseguir, el nivel mínimo adecuado que le permitiría conseguir los objetivos propios de la edad/fase/etapa en la que se encuentra su equipo. 
  • Al analizar el área de la técnica, determina que este alevín de 2º año, deberá trabajar durante esta temporada los objetivos planteados en el Nivel -5- conjuntamente con el Nivel -6c-. 
• De esta forma, el entrenador revisará los objetivos planteados en los niveles anteriores (1 al 4 y 6a y 6b) de la técnica, determinando, cuales son los aspectos planteados en estos niveles, que “sus jugadores” deberían dominar para una correcta progresión y adaptación en esta área durante el trabajo de la actual temporada. 
• Una vez determinados los aspectos a recuperar, el entrenador deberá analizar a sus jugadores, concretando qué aspectos no dominan para poder recuperarlos en el entrenamiento y obviar aquellos en los que los jugadores ya manifiestan un nivel adecuado. 
• Una vez determinados y concretados los aspectos a recuperar, deberá incorporarlos dentro de la planificación de esta área en las distintas sesiones de la temporada, conjuntamente con los objetivos propios correspondientes a la edad de los jugadores, de manera que al finalizar el ciclo/temporada los jugadores que lo necesitaran hayan actualizado su nivel y puedan continuar su formación de forma coherente y lógica.
• Otra caso diferente es cuando el equipo a trabajar pertenece a la etapa de tecnificación (por ejemplo: un cadete de primer año), ya que en este caso los objetivos y niveles a recuperar suelen ser realmente difíciles de actualizar, debido a: 
  • La elevada cantidad de objetivos que componen los niveles anteriores. 
  • La edad de los jugadores, que no es la mejor para adquirir ciertos objetivos. 
  • El desfase entre los objetivos a recuperar y los que hay que trabajar, propios del ciclo/temporada del equipo. 
  • En este caso deberemos: 
    • Analizar mediante la competición, los aspectos (establecidos en los niveles anteriores) que provocan errores en el juego del jugador y que estarán relacionados con las “Formas de Juego” del equipo, con la demarcación en la que juega, y que resultan propios de las necesidades de su juego y sus características. 
    • Dedicar en la sesión de entrenamiento, el tiempo necesario para “corregir” estas deficiencias, no para mejorar “su” nivel técnico, si no para aumentar el nivel de eficacia de su juego en relación a los aspectos establecidos en los niveles anteriores. 
  • En este caso limitamos los objetivos a recuperar, y los concretamos a los aspectos necesarios que son propios del juego del jugador, en relación únicamente a las necesidades establecidas, para él, en el juego del equipo.